
Nuestro día a día cada vez es más ajetreado. Tratamos de cuidarnos más, practicamos más ejercicio, comemos alimentos de mejor calidad, etc. Todo esto se ve reflejado en el traspaso de estos valores hacia nuestros hijos, para que ellos adapten unos buenos hábitos en el futuro.
Cada vez más, la alimentación de nuestros hijos no depende solo de nosotros. ¿Qué pasa cuando trabajamos y tenemos que dejarlos en el comedor escolar? Esta situación suele generar ciertas dudas con respecto a la alimentación. ¿Es saludable el menú? ¿De dónde provienen estos alimentos? ¿Cumplen con los valores nutricionales?… Por tanto solemos exigir que la alimentación sea alternativa, sana, natural y de proximidad.
Sin embargo, este punto de la alimentación, lo tenemos superado. Cada vez más centros escolares apuestan por una alimentación sana y natural.
Pero, ¿sabemos con qué productos limpian los comedores escolares? ¿Por qué no exigimos que los productos de limpieza utilizados sean más saludables y ecológicos?
Estudios de investigación realizados por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU, entre otros, demuestran que la calidad del aire interior de algunas estancias puede llegar a ser mucho peor que la calidad del aire exterior ya que durante las actividades de limpieza se pueden liberar compuestos químicos perjudiciales para la salud procedentes de los productos de limpieza, ambientadores y desinfectantes utilizados. Por ejemplo, los terpenos, como el d-limonene, el a-pinene, o el linalool alérgenos presentes en muchos perfumes de los productos de limpieza, podrían reaccionar químicamente con el ozono que suele acumularse en esas atmósferas cerradas, produciendo otras sustancias contaminantes como el formaldehído o los radicales hidroxilos. Otros estudios, como el publicado en la revista Occupational & Environmental Medicine del grupo BMJ, indican que la exposición pasiva a la lejía está vinculada al aumento de infecciones respiratorias infantiles y otras infecciones.
¿Cómo afecta este tipo de sustancias en los niños?
Los niños son más susceptibles ante estos efectos de las sustancias tóxicas que los adultos. La razón es que ingieren una mayor proporción de aire con respecto a su peso corporal, su piel es más permeable y su sistema orgánico de eliminación de tóxicos aún no ha madurado. Además, esta exposición a sustancias químicas puede dar lugar a la acumulación de las mismas durante toda la vida, teniendo efectos negativos en la salud.
Los colegios y comedores escolares, donde los niños pasan mucho tiempo, son espacios que pueden verse afectados por sustancias peligrosas aportadas por los productos de limpieza que se usan diariamente.
Generalmente se limpian las zonas comunes y el mobiliario con productos clorados para asegurar una limpieza más séptica de la zona, dejando residuos tóxicos en el mobiliario, y vapores que estos compuestos liberan, que en pequeñas cantidades durante cortos periodos de tiempo repetidamente pueden provocar irritación en el sistema respiratorio.
Al utilizar lavavajillas, puede que los desagües y aspersores estén parcialmente obstruidos, que los filtros no estén lo suficientemente limpios, que haya una mala dosificación en la cantidad de detergente o que se abuse de los programas cortos y de baja temperatura. Como resultado se obtienen bandejas de la comida y cubiertos con acumulación no solo de restos de comida del anterior comensal, sino que también restos de jabón que se ingerirán en la próxima comida.
¿Qué podemos hacer para crear un ambiente más saludable?
Estos son algunos de los motivos por los que debemos exigir a los centros escolares crear un ambiente más saludable al emplear productos ecológicos porque:
- No contienen o contienen cantidades mínimas de sustancias tóxicas o perjudiciales para la salud y el medio ambiente.
- Han sido elaborados pensando en la salud.
- Tienen una excelente eficacia, lo que asegura un uso controlado del producto.
- Y consumen poca electricidad, agua y otros recursos.
Apostar por Ecotech es aportar por la salud.